martes, 8 de marzo de 2016

Biometro de Bovis


Decir que en un determinado lugar existe una geopatía no es suficiente, es necesario medirla para poder cuantificar hasta qué punto puede afectarnos. A ello dedicó su tiempo en el siglo pasado A. Bovis. Investigó el nivel vibracional del cuerpo humano en distintas fases y la radiación que emana de la tierra en lugares alterados, creando así una escala que después fue perfeccionada por el ingeniero A. Simoneton, enfermo de tuberculosis. Dicen que este consiguió superar su dolencia testando todos los alimentos que consumía y tomando solo aquellos que tuviesen una vibración alta.

Para medir el nivel vibracional se creó el Biómetro, que es un simple dibujo,  una escala de 0 a 10000, en una nueva medida, que se denominó, unidad Bovis (UB). En un principio esta medida se asoció al Amstrong (diezmillonésima parte del milímetro) pero después se comprobó que no eran coincidentes, nada tiene que ver el Amstrong con la unidad Bovis.

Después de testar a muchas personas, A. Bovis determinó que el cuerpo está sano cuando vibra en el rango de 6500 a 8000 UB; una persona enferma de cáncer vibra entre 4000 y 4500 UB, y una persona próxima a la muerte vibra sobre las 1000 UB.

No está confirmado que A. Bovis sea Antoine Bovis, el herrero francés que empezó a investigar la energía piramidal, construyendo su propia pirámide en madera después de visitar Egipto. Hay apuntes que indican a un físico, Alfred Bovis, como creador del primer Biómetro, utilizándolo principalmente para averiguar la calidad del vino. De cualquier forma, partiese de quien partiese la idea, creo que el verdadero artífice de la escala que actualmente conocemos fue el ingeniero Simoneton, discípulo radiestésico del anterior, que la utilizó para medir el nivel vibratorio de lugares, personas, animales y materia.

A partir del Biómetro Bovis, la destacada geobióloga, Blanche Merz, diseñó el Biómetro ampliado, que cubre el rango de frecuencias de 10000 a 20000 UB. Con él se cubre el campo de los “niveles vibracionales etéricos” de 11000 y 13500 UB, y el de los “niveles vibracionales espirituales” de 13000 a 19500 UB. La Maison de la Radiesthésie de París  puso en el mercado un Biómetro que cubre el rango de 0 a 30000 UB.

Sin embargo, no somos conscientes del gran legado que nos dejaron Bovis y Simoneton al crear esta escala, que considero uno de los grandes logros de la Radiestesia. Resulta muy práctico el poder evaluar cada alteración telúrica para poder comprender y encajar correctamente cada una de las piezas que conforman el gran entramado energético. Como aclaro en el apartado de los Vórtices Energéticos, el punto con una emisión energética más alta que he podido encontrar alcanza las 33000 UB, y no existe ninguna escala que llegue a ese nivel, por lo que he diseñado una propia a la que he llamado Biómetro Global.

         Quiero que entiendan que el Biómetro de Bovis no es ningún instrumento, es simplemente un dibujo, una escala milimetrada, y para su utilización es necesario tener una sensibilidad radiestésica suficiente. La medición se efectúa con un péndulo acabado en punta.

 

         Al igual que en el uso de cualquier otra gráfica, colocaremos el péndulo a la mitad, formulando mentalmente la pregunta; la que yo empleo es la siguiente: “deseo ser consciente del nivel energético de [lugar, persona, alimento...]”. Éste se moverá hacia la izquierda al centro o a la derecha. Lógicamente si el movimiento oscilante es hacia el frente nos estará señalando la media en la gráfica, y si no lo desplazaremos hacia el lado que nos señala hasta que el movimiento nos señale una medición al frente. Si creemos que nos señala 7200 UB, por ejemplo, y no estamos seguros de si la medición es correcta podemos confirmarlo preguntando “¿la medición es más de 7000, más de 7100, más de 7200?”, hasta que la respuesta sea negativa, o directamente preguntar “¿es correcta la medición de 7200 UB?” Otra forma de utilizarlo es situando el péndulo sobre la parte izquierda de la gráfica y mover lentamente la mano hacia la derecha. El péndulo girará en círculos como pretendiendo adelantarnos, cuando se para sobre una medida, deja de girar y nos la indica.

   Una aclaración, con Radiestesia habría que situar la escala sobre el lugar u objeto a medir, solo a través de la Tele-Radiestesia podemos medir un lugar, objeto o persona que se sitúe frente a nosotros o más alejado.

He de hacer una pequeña aclaración con respecto a las unidades Bovis. Ésta es una unidad abstracta que solo existe en la mente del radiestesista. Esta unidad de medida, al igual que cualquier otra, sólo sirve para hacer equivalencias. Si la distancia entre dos árboles es de 5 m., aunque lo midamos en pulgadas, en palmos o en una nueva medida que nos inventemos, la separación entre los árboles seguirá siendo siempre la misma y podría medirse porcentualmente,   los árboles citados pueden estar separados por una distancia del 20% de la distancia de otros dos árboles cuya separación hemos estimado en un 100% como patrón para una escala mental.  Este es un ejemplo de la forma en que podemos utilizar el inconciente para obtener este tipo de respuestas, siempre que se crea una escala mental hay que establecer un patrón para la misma y todos aquellos que decidan utilizar una escala creada por otra persona obligatoriamente han de utilizar el mismo patrón al codifiecarse si quieren obtener unos resultados similares a los del creador de la escala, este es el motivo por el que nos encontramos unas mediciones tan dispares aparentemente realizadas con el biometro.

Yo hice una prueba con las unidades Bovis. Mi nivel vibracional en ese momento era de 8000 UB. Utilicé una regla de dibujo de 40 cm., codifiqué mi mente para medir las radiaciones en cm., aportando el dato de que la vibración de mi cuerpo en ese momento era de 20 cm. Medí con la regla distintas geopatías, apuntando el resultado. A continuación me volví a codificar para medir en UB, tomé las mediciones de los mismos puntos anteriores, y después hice la conversión a razón de 2,5 cm. por cada 1000 UB. Los resultados fueron idénticos. Lo cual viene a demostrar siempre lo mismo: nuestro cuerpo vibra en una longitud de onda y hay lugares donde esa vibración es mucho más baja, afectando por tanto a nuestra salud.

Codificar la mente, es dar una orden consciente que sirva de guía o equivalencia a nuestro inconsciente a la hora de mostrar sus respuestas.




                                                     Epifanio Alcañiz

                                                      Investigador de las energías telúricas

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